1997

El nacimiento de una idea

Nicoline van Egmond y Helma van der Hoeven decidieron ir a Rumanía a hacer voluntariado por dos semanas. En Bucarest llegaron a un edificio que tenía olores fuertes. Su fachada era casi solamente de metal. Se respiraba mucha tristeza e injusticia. Cuando llegaban, los niños jugaban afuera, muy mal vestidos, no se habían lavado por mucho tiempo. La gente indiferente.

Al iniciar sus labores, mientras ordenaban ropa donada, generaron un pequeño ambiente de calidez y conexión. Esta experiencia les tocó profundamente el corazón y regresaron a Londres con la idea de crear una fundación que comparte con las niñas y niños más necesitados.

2001

La idea adquiere forma

Helma deja su trabajo en la bolsa de valores y viaja a Nepal a inicios de año para escalar montañas y hacer voluntariado en el Hospital y Centro de Rehabilitación para niños con discapacidad (HRDC). Este hospital atiende a niños con malformaciones de huesos, quemaduras y amputaciones. Su rol era acompañarlos en el proceso de operación y rehabilitación. A finales de año Nicoline y Helma, junto con Simon Koert registran oficialmente a la Danielle Children’s Fund en Holanda. La fundación va llevar el nombre de Danielle, una niña holandesa hermosa que tuvo una muerte trágica cuando tenía 11 años. Su muerte llevó a un proceso largo de buscar sentido, transformando dolor humano en esperanza, fe y amor.

En 2002 junto con Choodamani Poudel y Rajan Rai comienzan una fundación nepalí, enfocada en darles acceso a rehabilitación y educación a los niños con discapacidades. Luego se amplió a los niños en situación de pobreza de Nepal, para garantizarles el acceso y el derecho a la educación.

2002

Danielle Children’s Fund llega a Ecuador

Posteriormente se sumó Alex Vukajlovich, quien junto con Simon se encargaban de abrir puertas para el financiamiento, mientras Nicoline y Helma se encargaban del contenido y la ejecución.

Javier Herrera quien había conocido a Helma en las montañas de Nepal, la invita a ascender el Cotopaxi. Posteriormente deciden desarrollar DCF en la ciudad de Ambato. La fundación adquiere personería jurídica en Ecuador en el año 2004 y Javier se integra a la asamblea general de DCF.

2003

DCF entra en la corriente de la terapia sistémica y las prácticas colaborativas y dialógicas.

La fundación ya contaba con tres pilares en su filosofía: la fe, el amor y la esperanza, junto con la experiencia reunida en Bucarest, Katmandú y Ambato. Helma decide formarse en terapia sistémica y las prácticas colaborativas y dialógicas, esto permitió a la fundación comprender que los desafíos de la niñez y la familia no son blancos y negros, son mucho más complejos. Para la apropiación de la filosofía posmoderna DCF contó con Diego Tapia, quien capacitó y acompañó equipos y ayudó a la fundación a creer más en el Construccionismo Social y las Prácticas Colaborativas y Dialógicas.

2004

DCF vive la coyuntura del acogimiento institucional, puertas adentro

En esta etapa DCF adquiere una casa en Ambato como sede donde los niños y niñas, en situaciones de alto riesgo, reciben acogimiento institucional. Aquí comparten trabajo e instalaciones con la fundación Luz Clarita. Al escuchar que los niños lloraban en la noche llamando a su madre, empezó un proceso importante de transformación, donde se cuestionaba el acogimiento institucional, como medida de protección. Nacieron las ideas para comenzar programas que apoyan a los padres cuidar de sus propios hijos. Se suspende la alianza con la fundación Luz Clarita.

2009

Nace el programa de apoyo familiar

Nace dentro de DCF el programa de Servicios Familiares Sistémicos (Apoyo Familiar) con el fin de apoyar a las niñas, niños y adolescentes en situación de vulneración de sus derechos, juntos con sus familias. Un rol importante juegan dos voluntarias, Ine Martens y Barbara van der Heiden, aportando con su corazón y con su experiencia laboral.

 

2010

DCF dejando huella

Desde el año 2010 al año 2020 el equipo humano de DCF ha acompañado a un aproximado de 9.000 beneficiarios directos en procesos terapéuticos y sociales, siendo beneficiados niñas, niños y/o adolescentes en situación de riesgo y a sus familiares más cercanos. 2013: Elizabeth Arias ingresa a la fundación y se responsabiliza del área administrativa, garantizando transparencia y estructura.

2014

DCF propaga y comparte su know how

Desde el 2014 DCF ofrece espacios de capacitación al Sistema de Protección local de Tungurahua que incluyen entidades públicas de protección y red de entidades especializadas en acogimiento institucional y reinserción familiar. Se han alcanzado hasta el 2020 un impacto indirecto aproximado de 34.000 personas que incluyen niñas, niños, adolescentes y sus familiares.

Diego Poma asume la dirección para co-construir juntos nuevas realidades con las niñas, niños, adolescentes y sus familias.

2013 – 2016

DCF prepara e implementa pilotaje de acogimiento familiar en el Ecuador

DCF desarrolla la metodología de acogimiento familiar y la implementa, inicialmente en la ciudad de Ambato (2014), ampliando su cobertura a la zona 3 (Tungurahua, Chimborazo, Cotopaxi).

2015: DCF desarrolla y ejecuta procesos de transferencia metodológica, capacitación y asesoría técnica en la implementación del pilotaje de acogimiento familiar en las provincias de Guayas e Ibarra.

Este proceso es coordinado por Estibaliz Sandoval y Tania López.

2015

Traslado de Ambato a Quito

DCF Logra cerrar todos los procesos de institucionalización infantil que tenía a cargo y además se traslada a Quito para incidir en las políticas públicas relacionadas con la niñez y las familias ecuatorianas. Esta decisión marcó un antes y un después de la fundación. Se inicia el trabajo en la parroquia de Pifo, al noroccidente de la ciudad de Quito, iniciando un sueño como el de Ambato, pero ahora con más claridad del camino a tomar.

2016

Terremoto 16A Ecuador

Ecuador vivió una catástrofe natural (terremoto) que deja muchos muertos y heridos. El equipo de DCF viaja a los sectores más afectados y ofrece apoyo psicológico y social en base de fortalecimiento comunitario, durante un periodo de 8 meses, principalmente en Canoa. Una experiencia inolvidable.

2016

DCF lidera en la co-creación de la red convivencia Ecuador para la co-construcción de las políticas públicas con el MIES

Danielle Childrens Fund Ecuador y otras organizaciones, con UNICEF, conforma la RED CONVIVENCIA ECUADOR que, en alianza estratégica con el Ministerio de Inclusión Económica Social, promueve un espacio de diálogo, participación, intercambio de experiencias, capacitación y acompañamiento técnico para la co-construcción de políticas públicas necesarias para promover y garantizar los derechos de niñas, niños y adolescentes a vivir con su familia y comunidad. DCF forma parte del equipo coordinador de la Red y asume un rol muy activo en la planificación y ejecución de todas sus actividades.

2017

Nace el programa de movilidad humana

Por la situación política y económica de su país, muchas personas venezolanas deben emigrar. Entre ellos muchos adolescentes no acompañados. Nace el programa de Movilidad Humana, en cooperación con UNICEF, con equipos técnicos y operativos que brindan atención a los adolescentes migrantes en la Casa de Paso y la Casa de Autonomía, en 2019 se suma al equipo Martha Ramos que apoya en la estructura del componente.

 

2018 – 2021

Se implementan las modalidades alternativas de cuidado como política pública en el Ecuador

Ingresan dos nuevos miembros a nuestra Asamblea General: Lydia Vereschildt quien acompaña al equipo operativo en apoyo familiar y fortalecimiento comunitario, y Patricia Herrmann quien nos acompaña en la parte legal.

DCF trabaja con MIES y UNICEF en el diseño y la implementación de las Modalidades Alternativas de Cuidado, como apoyo, custodia y acogimiento familiar. Poema Carrión, exdirectora en el MIES, se suma al equipo de DCF. En 2020 se reforma la norma técnica y se construye el manual de procesos de acogimiento institucional para prevenir separaciones familiares innecesarias; también se inicia el diseño de la modalidad de autonomía. Paralelamente, se inicia la co-construcción de la Estrategia Nacional de Desinstitucionalización de niñas, niños y adolescentes.

«DCF ha sido y es una fundación con muchos sueños y esperanzas, que co crea nuevas realidades. Es una institución dinámica, que innova año a año y que busca que cada vez más niñas, niños y adolescentes estén con sus familias, que es el lugar que merecen y les corresponde.»

Diego Poma – Director/Coach DCF